Oriol Rey se ha ganado con su juego al levantinismo. FOTO: @LevanteUD
Oriol Rey se ha hecho con el timón del Levante cuando menos lo esperaba nadie. Tras un verano convulso, el levantinismo necesitaba a un jugador así vistiendo su camiseta.
Y es que el inicio del verano fue muy duro para la afición del Levante. Al no ascenso a falta de 15 segundos con el famoso penalti de Villalibre que pitó el VAR cuando los granotas ya se veían en primera, hubo que añadir la convulsión social y económica que se produjo y el fichaje por el eterno rival del que era el niño mimado de la parroquia levantinista.
Algo que se agravó aún más al saberse que el otrora ídolo canterano del Levante, había cerrado el trato con los vecinos apenas unos días después de no haber ascendido con el que él llamaba ‘su Levante’.
Oriol Rey hace que nadie recuerde a Pepelu
A la par que se cerraba el fichaje de Pepelu por el vecino y eterno rival y mientras las iras caían sobre el de Denia por ser más falso que un euro de chocolate, a ese mismo tiempo, Felipe Miñambres cerraba otro fichaje. La incorporación de Oriol Rey a coste cero procedente del Mirandés donde había acabado contrato.
Y el catalán de 25 años no ha decepcionado. En apenas unos meses, se ha convertido en el faro del Levante, el jugador que guía y dirige a todo el conjunto. Con exhibiciones físicas y técnicas domingo tras domingo. Un jugador en el que el levantinismo ha puesto parte de sus esperanzas para que sea importante y ponga su grano de arena junto a otros jugadores para el tan necesario y anhelado ascenso de categoría.
