Dani Cárdenas, un héroe con guantes que apareció 86 años después
Dani Cárdenas se corona en la portería del Levante. Las grandes noches están reservadas para los grandes jugadores. Aquellos que sostienen a su equipo cuando éste más flaquea. Esos futbolistas que se crecen en la adversidad, y que cuando peor pinta el escenario, son capaces de iluminar todo a base de actuaciones soberbias. Era el momento esperado por el Levante durante los últimos 80 años, y ahí ha estado Dani Cárdenas.
La noche de Dani Cárdenas
El guardameta de Tarrasa se ha convertido en uno de los héroes del encuentro de cuartos de final de Copa del Rey que medía al conjunto levantino frente al Villarreal.
Sin duda, el encuentro ya se presumía que iba a ser mágico por el hecho de la importancia simbólica que atesoraba para el cuadro levantinista, quien hacía ocho décadas que no accedía a las semifinales del torneo del ‘K.O’, por lo que su claro objetivo era solventar la eliminatoria, aunque sabía que el rival no iba a poner las cosas fáciles en absoluto. De hecho, el Villarreal fue dominador en muchas fases del choque, hasta el punto de protagonizar serias acometidas muy peligrosas sobre la portería que custodiaba Cárdenas.
El bueno de Dani logró mantener en pie a los suyos de principio a fin, así lo indican las estadísticas. El cuadro dirigido por Emery lanzó un total de 26 disparos, de los cuales 12 fueron entre los 3 palos. De esa docena de ‘tiros’, el portero del Levante fue capaz de detener 11 de ellos. El otro lo sacó su compañero Postigo bajo palos.
Dicen que cualquier proyecto debe forjarse en unos buenos cimientos, y el fútbol no es ajeno a esta vieja condición que en el caso del Levante se ha cumplido a la perfección. La complicada empresa de llegar a semis ha terminado por convertirse en una realidad en el momento en el que Roger perforaba la meta del ‘Submarino Amarrillo’. Pero, para que esa oportunidad llegase, Dani Cárdenas tuvo que emplearse a fondo, dando valor a la importancia de un portero de garantías (de los que ganan partidos).
La historia le ha deparado un hueco que él se ha forjado con sus paradas y que jamás será olvidado.