Paco Salillas fue un «Killer» granota
Paco Salillas fue el goleador del Levante durante los últimos años del siglo XX y principios del XXI. El caso de este delantero aragonés se podría considerar como el de uno de esos currantes del fútbol cuya suerte, no fue la de otros que quizás con mucho menos trabajo y cualidades, consiguieron llegar más alto. Paco Salillas sólo tenía un trabajo, meter goles, y lo hacía a la perfección. Nacido en Alagón, Zaragoza, un 7 de enero de 1966, fue uno de los mejores jugadores de la historia del Levante.
Paco Salillas, el goleador del Levanta de finales del siglo XX
Antes de llegar al club granota, había jugado en multitud de equipos en Primera y Segunda División como el Zaragoza, Celta, Lleida o Villarreal. Precisamente en el cuadro de Castellón, fue fundamental para conseguir en 1998, el primer ascenso de la historia de los del Madrigal. Algo que casi suena raro hoy en día viendo su trayectoria desde entonces pero es que durante los 90, el Villarreal era más un clásico de la Segunda y Segunda B que de circular por Europa como en las últimas décadas.
A todo esto, en el mercado de invierno de la temporada 1998/99, Paco Salillas, llegó a un Levante que de la mano de Pep Balaguer, quería volver a Segunda tras haber descendido la temporada anterior. En sólo media temporada en aquellas tardes de fútbol de los 90, se convirtió en el goleador del equipo y el club, volvió a ascender en el verano de 1999 tras ganar al Real Madrid B en la entonces Ciudad Deportiva blanca por 0-2. En la temporada siguiente en un equipo donde destacaban jugadores como Fernando Sales, Jesús, Chicha y sobre todo Vicente que luego marcharía al eterno rival, Salillas, consiguió ser el Pichichi de Segunda División de la temporada 99/00 tras anotar 20 goles con la casaca granota.
La siguiente temporada no fue tan buena en cuanto a juego y sensaciones aunque de la mano de Granero, Salillas, volvió a ser el máximo goleador del equipo con 17 goles y se quedó a las puertas de repetir como Pichichi de la categoría. Sin embargo en 2001 y a pesar de haber sido el máximo goleador del equipo otra vez, Pedro Villarroel, muy a su estilo, decidió prescindir de él. Se marchó a Castellón en Segunda B donde continuó marcando goles y el Levante descendió con 50 puntos para luego ser rescatado por el descenso administrativo del Burgos. Esto fue el comienzo de una nueva era para el Levante pero eso, es otra historia que contaremos otro día.