Optar a ser el peor en algo nunca es positivo, eso seguro. Pero el paso del argelino Nabil Ghilas por el Levante está lleno de méritos de sobra para ser uno de los peores delanteros de la historia del Levante por lo menos en las últimas dos o tres décadas. Su paso por el club granota estuvo muy por debajo de lo que esperaban de él los que lo ficharon. No para el aficionado medio que ya había visto como su paso por el Córdoba el año anterior, había acabado muy mal y no presagiaba grandes logros.
Y es que Nabil Ghilas, llegó al Levante después de haber acabado la temporada anterior defenestrado y apartado de un Córdoba, que había realizado una de las peores temporadas de la historia de la Primera División sumando tan sólo 20 puntos y descendiendo a Segunda por la vía rápida y dejando una sensación nefasta. Un descenso que repitió un año después con el club granota. Solo con ver su imagen cuando llegó, con unos kilos de más para ser un futbolista de élite, un problema que no logró arreglar del todo en toda la temporada.
Su temporada, directamente fue para olvidar, tan desastrosa que si hubiera jugado cualquier aficionado no podría haber empeorado sus lamentables números. Ghilas jugó 20 partidos con el Levante, 1065 minutos donde marcó la espectacular cifra de 0 goles en tan sólo 5 remates a portería en más de 1000 minutos y siendo delantero centro. Un jugador que acabó defenestrado otra vez por la grada y por un entrenador, Rubi, que quizás confió demasiado en el argelino pese a su nefasto rendimiento. Un fichaje directamente nefasto.
