La dulce venganza de Oier
Ser portero no es nada fácil, es posiblemente la posición más ingrata del mundo del fútbol. Y eso lo sabe muy bien Oier quien en el Bernabéu tenía una venganza personal que ha cumplido con nota.
El partido de hoy era importante para el meta granota quien hace unas semanas era dura e injustamente criticado tras su actuación contra el Sevilla pero además, con el estadio madridista tenía su espinita particular clavada. Y es que la última vez que el de Irún pisó el estadio del Madrid se llevó 9.
Fue con el Granada en la Semana Santa de 2015, en un equipo donde también estaba Rochina, otro de los destacados del Levante en la victoria épica en el Bernabéu. En aquella ocasión, Oier sólo pudo observar como los jugadores madridistas se ensañaban con él y con su equipo. Hoy, el irundarra ha cuajado una notable actuación bajo los palos magnificada con una victoria casi histórica, la segunda vez que lo hace el Levante en casi 110 años en el Santiago Bernabéu.
Acallando así las criticas también de muchos sectores. Oier lo hará mejor o peor, pero no se puede negar que es un gran profesional y un muy buen portero de Primera División que ha encontrado su sitio en Orriols en un Levante que de la mano de Paco López, sigue creciendo a pasos agigantados.