No Boa, no party
Nos ha encandilado a todos con su simpatía a lo largo de la temporada y, lo más importante, con sus goles en el tramo decisivo de la Liga. Emmanuel Boateng ha pasado de ser un jugador que había costado 3 millones y que no daba pie con bola a convertirse en una de las sensaciones y esperanzas de futuro del levantinismo.
Su importancia en el equipo ha sido tal que de hecho, si nos ponemos a analizar con detalle, cuando Boateng no ha jugado el equipo de Paco López lo ha notado… y de qué manera.
Los números del Levante desde la llegada del entrenador de Silla al banquillo son espectaculares: 8 victorias, 1 empate y 2 derrotas en los 11 partidos que ha dirigido. Curiosamente, las dos derrotas se han producido en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid y en Balaídos contra el Celta en Balaidos. En ambos, el jugador ghanés no estuvo convocado.
Además, en el empate en Girona, el delantero de Accra tuvo que ser sustituido por lesión. A partir de entonces, se le colocó una máscara para protegerse el rostro. Boa se ha convertido en el héroe enmascarado granota. Lo dicho, NO BOA, NO PARTY.