¿Qué estará pensando Juan Ramón López Muñiz en este momento?
Fue el hombre del ascenso, sin duda. Incluso firmó un inicio de temporada bastante bueno, sin embargo, su imagen se desgastó durante cuatro meses hasta el punto de acabar destituido tras no ganar en 15 partidos de Liga y tan sólo 1 en una vuelta. Su Levante, triste, remolón, replegado en su campo parecía incapaz de ganar un partido, ya no eso, incluso incapaz de tirar una vez a portería. Todo eran críticas a la dirección deportiva, Boateng no valía y Campaña era un desastre entre otros muchos ejemplos.
Bardhi estuvo una vuelta sin jugar, un lujo que un equipo como el Levante no se puede permitir. El equipo estaba muerto y la plantilla parecía incapaz de ganarle a nadie. Lukic no debutó hasta la jornada 16 y los errores se convertían en cíclicos y Muñiz no ponía solución.
Su modelo de juego no valía, pero el técnico asturiano se empeñaba en repetir sus ideas a pesar de que éstas no funcionaban ni de lejos. La plantilla estaba deprimida y la afición mucho más. La dirección deportiva seguía brindando la confianza al hombre que había ascendido al equipo con una superioridad insultante pero que en Primera División no funcionaba, ¿era un problema de calidad de plantilla? evidentemente ha quedado claro que no.
Como se ha visto a posteriori, la gran mayoría de los fichajes de Tito han rendido. Es cierto que hubieron errores como el fichaje de Nano pero con la llegada de Paco López se ha visto que si que había plantilla, que se podía jugar de tú a tú a cualquier rival y lo más importante, ganar disfrutando del fútbol.
Atrás quedaron los planteamientos rácanos de un Muñiz conservador contra rivales que a la larga se ha visto no eran superiores ni de lejos a una plantilla como el Levante como nos han querido hacer creer. Ha quedado claro que hay futuro y que con un técnico con un modelo de juego más atrevido se hubiera a podido aspirar a más. El trabajo de Paco López ha sido sublime y el que piense que los jugadores le hicieron la cama a Muñiz se equivocan. Corrían más pero con mucho menos sentido.
Y la pregunta del millón es ¿qué estará pensando Juan Ramón López Muñiz en el sofá de su casa viendo jugar al Levante a un nivel superlativo? Seguramente ésta es la cuestión que le estará pasando por la cabeza a muchos aficionados granotas.