Raúl Fernández-Levante UD, crónica de un divorcio anunciado
Cuando Raúl Fernández fue presentado como nuevo portero del Levante UD para la temporada 2016-2017 ambas partes se echaban flores y piropos, algo habitual en este tipo de actos. El portero afirmaba que su llegaba al conjunto granota suponía un gran paso en su carrera. En efecto, así fue, por lo menos en ese primer año como granota. Sin embargo las cosas no han acabado de la mejor forma y el cancerbero vasco se va por la puerta de atrás.
Su primera temporada comenzó mal ya que Remiro le ganó el puesto de titular en la portería. Sin embargo, a las pocas jornadas Raúl se hizo con la titularidad y, no sólo no la soltó, sino que finalizó como portero menos goleado alzándose con el premio Zamora de la división de plata del fútbol español y siendo pieza clave en el ascenso.
Ya en Primera División, tanto el equipo como Raúl tuvieron un inicio de temporada soñado. Después de 5 jornadas el Levante ocupaba los puestos altos de la clasificación, estaba invicto y el portero vasco comenzaba a destacar con grandes actuaciones como la que tuvo en el Santiago Bernabéu donde los granotas lograron empatar (1-1) y el guardameta fue el mejor del equipo evitando más de un gol merengue.
Pero poco a poco las cosas se fueron torciendo. El Levante empezó a acumular jornadas sin ganar y en el Estadio de Gran Canaria el técnico, Juan Ramón López Muñiz, decidió que tocaba un cambio en la portería. Oier fue titular, el equipo ganó dejando la puerta a cero y Raúl ya no volvió a defender la camiseta granota en un partido de Liga desde entonces.
El motivo de la suplencia de Raúl nunca se explicó. Hubo rumores de discrepancias entre el portero y el técnico asturiano en la forma de jugar del equipo. En cualquier caso, Raúl no estaba siendo de lo peor del equipo cuando perdió la titularidad, más bien al contrario. Por suerte, Oier rindió a un gran nivel y el cambio fue para bien.
A todo esto, Langerak, portero que había sido fichado supuestamente para ser titular, seguía abocado al ostracismo más absoluto y únicamente pudo jugar un partido de Copa contra el Girona. Por este motivo y viendo que su rol en el equipo no parecía cambiar, el portero australiano fue traspasado en el mercado invernal a Nagoya Grampus japonés. Oier y Raúl eran los metas del primer equipo para lo que quedaba de temporada. Pero fue ahí cuando la relación Raúl-Levante se fue al traste.
Con Langerak traspasado el portero vasco comunicó al club que había decidido operarse de la cadera debido a unas molestias que no le dejaban entrenar ni competir en condiciones. La decisión cayó como un jarro de agua fría ya que había poco margen de maniobra en un ya de por sí movido mercado invernal con muchas posiciones por mejorar ante la mala situación del equipo que acumulaba muchas jornadas sin ganar y coqueteaba con los puestos de descenso.
El club decidió repescar a Koke Vegas, que estaba cedido en el Alcoyano, y tuvo que obtener la cesión de Iván Villar del RC Celta de Vigo. Es decir, en unos días el Levante pasó de tener tres porteros de garantías a rezar para que no se lesionara Oier ya que tanto Koke como Iván eran novatos en Primera División. Casi nada.
Raúl firmó su sentencia ese día y desde entonces su salida estaba más que clara. El portero que logró el ascenso a Primera División de un equipo de récord estaba desahuciado y aunque todavía tenía contrato hasta junio de 2019 su salida era segura al finalizar la temporada como así ha sido. Raúl abandona el Levante por la puerta de atrás y su sustituto será otro cancerbero vasco que ha triunfado esta temporada en Segunda División como es Aitor Fernández por el que el conjunto de Orriols ha tenido que pagar un millón de euros más 200.000 en objetivos.
La ‘gracia’ de Raúl le cuesta por tanto tener que marcharse a jugar a Segunda División (la UD Las Palmas será su destino) y al Levante tener que pagar un traspaso y hacerse con un portero que quizás no mejora (ojalá que sí) lo que había. Una lástima.